El cuidado del medio ambiente es una tarea de todos. Es importante que todos nos involucremos, desde las empresas, los gobiernos hasta los individuos. Tú puedes hacer mucho al cambiar algunos hábitos en tu vida diaria.
Aquí te compartimos 10 consejos que puedes seguir para aportar tu granito de arena y ayudar a nuestro planeta:
1. Disminuye tu consumo de agua: Desde tomar baños cortos hasta cerrar la llave cuando te cepillas los dientes. Instalar dispositivos de bajo flujo en tu hogar puede ayudar mucho.
2. Reduce tu consumo de carne: La carne es uno de los alimentos que más emisiones de CO2 genera. Disminuir su consumo contribuye significativamente a reducir tus emisiones personales.
3. Evita el desperdicio de alimentos: Planifica tus comidas de la semana y compra solo lo necesario. Intenta donar los alimentos que no vayas a consumir antes de que pierdan su frescura.
4. Cuestiónate: El sobre consumismo es parte del problema actual. Antes de comprar algo nuevo, pregúntate ¿Realmente lo necesito?
5. Reduce el consumo de energía: Sé consciente del uso de energía en tu hogar y en la oficina. Utiliza iluminación LED, apaga las luces al salir de casa u oficina y asegúrate de que tus electrodomésticos sean eficientes energéticamente.
6. Haz composta: Los residuos orgánicos, al mezclarse con otros residuos, generan metano, un gas 80 veces más contaminante que el CO2. Al hacer composta, devolvemos a la naturaleza los nutrientes de nuestros alimentos. Puedes hacerlo en casa o recurrir a empresas que lo hagan por ti.
7. Repara: Intenta reparar tus artículos, como ropa, muebles y electrónicos, antes de comprar nuevos productos.
8. Utiliza bicicleta o camina: Para trayectos cortos, utiliza tu bicicleta o camina. Ayudarás al medio ambiente y hacer ejercicio te hará sentir muy bien.
9. Recicla: Separa tus residuos en casa y encárgate de reciclarlos. Busca centros de acopio en tu ciudad y dispón de tus residuos de manera adecuada.
10. Opta por productos ecológicos: Revisa las etiquetas y asegúrate de que el producto que estás comprando sea realmente sostenible. Busca que cuente con certificaciones internacionales y que mencione las características sostenibles del producto.
A menudo, como individuos, creemos que nuestras acciones no marcan la diferencia, pero eso no es cierto. Tenemos el control sobre lo que consumimos y, al realizar estos cambios, no solo ayudamos al medio ambiente, sino que también podemos inspirar a otras personas a sumarse al cambio.